Un innovador sistema de alerta temprana y monitoreo del estrés calórico en el ganado lechero fue presentado en el Hotel Sonesta de Osorno.
La herramienta, desarrollada por la Universidad Austral de Chile con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Aproval, DeLaval y el Consorcio Lechero, busca ayudar a los productores a prevenir el impacto del calor en sus animales y reducir pérdidas económicas.
Una herramienta clave para el sector lechero
Rodrigo Arias Hinostrosa, académico de la Universidad Austral de Chile y uno de los responsables del proyecto, explicó que esta iniciativa comenzó a investigarse en 2008, cuando los episodios de estrés térmico en la zona sur del país eran poco frecuentes. Sin embargo, con el cambio climático, estos eventos han aumentado en intensidad y frecuencia, afectando tanto la producción como el bienestar de los animales.
Para enfrentar esta problemática, se desarrolló una aplicación móvil y una plataforma web que permitirán a los productores anticiparse hasta con cinco días de anticipación a episodios de estrés calórico. La herramienta entregará pronósticos basados en cuatro variables climáticas: temperatura ambiental, humedad relativa, radiación solar y velocidad del viento.
“La aplicación mostrará un índice de confort térmico y ofrecerá pronósticos por períodos horarios durante cinco días. Esto permitirá a los productores tomar medidas preventivas como aumentar las sombras artificiales, mejorar el acceso al agua o habilitar espacios de descanso con menor exposición al sol”, detalló Arias.
Impacto económico y accesibilidad de la aplicación
El estrés calórico puede provocar pérdidas económicas significativas en la producción lechera. Según estimaciones del proyecto, este problema puede generar costos de hasta 180 dólares por vaca al mes debido a la reducción en la producción de leche y problemas de salud en los animales.
La aplicación estará disponible en Play Store y App Store en una primera versión beta gratuita. En el futuro, se contempla una versión premium con más funciones, por un costo estimado entre 5.000 y 10.000 pesos anuales. “La idea es que el productor tenga en su bolsillo una herramienta accesible y eficiente. Con una pérdida estimada de 2 a 4 litros de leche por vaca en la zona sur, el costo de la aplicación se pagaría en un solo día”, explicó Arias.
Este sistema representa un avance importante para la industria lechera chilena, permitiendo a los productores tomar decisiones informadas y mitigar los efectos del calor sobre su ganado.