Por Paulina Carrasco Gorman, Presidenta Aproval Leche A.G.
El Ministerio de Agricultura liberó esta semana los últimos datos sectoriales para el primer trimestre de 2023. De los indicadores reportados, el de producción de leche es el que más impacto ha generado, dada la significativa contracción que experimentó la oferta de leche cruda en los primeros tres meses de la temporada.
Nuestra región de Los Ríos acumuló una caída de -6,7%, la región de Los Lagos -4,7%, mientras que a nivel nacional la producción retrocedió -5,6%.
Como contrapartida, los precios de la leche pagados a los productores exhiben mejores condiciones que hace un año ($420/litro como promedio a nivel nacional) lo que, sin embargo, no ha bastado para frenar la baja en disponibilidad de materia prima para procesamiento industrial.
Si bien el verano nuevamente golpeó a las praderas de secano en la zona, con altas temperaturas y prolongados periodos sin precipitaciones, la menor producción estival de leche aparentemente también tiene otras causas, como la disminución de la disponibilidad general de praderas a consecuencia de una primavera extremadamente corta y menor uso de fertilización a raíz del abrupto aumento en el precio de estos insumos.
Las buenas noticias son que las condiciones climáticas en la salida del verano y el otoño han permitido experimentar una suerte de “primavera chica” en términos de disponibilidad de praderas y adicionalmente los precios de los fertilizantes han experimentado un retroceso aliviador en comparación a los valores “récord” que alcanzaron a mediados de 2022 (aproximadamente -40%).
También el maíz, uno de los insumos estratégicos como fuente de energía en la dieta de los rebaños lecheros, se ha sumado en esta tendencia a la baja en su precio y -con ello- se viene configurando un escenario de mayor holgura para nuestro sector.
Sin embargo, a pesar de estas buenas noticias y por tratarse de ciclos biológicos asociados a ritmos predeterminados, los indicadores de producción probablemente no serán revertidos con la rapidez que quisiéramos.
Adicionalmente, las favorables condiciones de compra de leche ya anunciadas por la mayoría de las industrias procesadoras para la campaña invernal traerán un respiro a la producción primaria, luego de dos temporadas extremadamente ajustadas y presionadas por la estructura de costos.
No obstante, este positivo indicador también podría transformarse en una amenaza con relación al eventual impacto de las importaciones lácteas, toda vez que durante el invierno el precio de la leche cruda en Chile superará los US$0,52/litro, en circunstancias que exportadores relevantes como Argentina y Nueva Zelandia dispondrán de una leche en torno a los US$0,40/litro.
