Una empresa chilena ha logrado hacerse un espacio en el mercado local, desprestigiando a productores lecheros y ganaderos. Más que buscar hacer un mundo mejor, pretenden hacer un buen negocio. Todos tienen derecho a emprender y a ser creativos con las nuevas tecnologías. Lo que no parece prudente es que una empresa que incluso aparece como imagen Chile en innovación, ataque y desprestigie a otras industrias para justificar su existencia (…) El asado seguirá siendo de carne y el café con leche será con leche. No engañemos al consumidor. Eso no se hace.
Una empresa chilena -cuyo nombre no mencionaré pues no pretendo hacerle publicidad- que es financiada por chilenos y extranjeros, que ponen “fichas” en nuevas aventuras, ha logrado hacerse un espacio en el mercado local, desprestigiando a productores lecheros y ganaderos. Más que buscar hacer un mundo mejor, pretenden hacer un buen negocio.
Bajo los lemas: “ayer sacábamos la comida del animal, hoy sacamos al animal de la comida”, “comer productos animales daña el planeta” y “el actual sistema agroindustrial funciona bajo estándares ineficientes y abusivos: se basa en la contaminación y el uso descuidado del agua, tierras y energía”, esta empresa le llama leche a lo que no lo es y le llama carne a lo que tampoco es. En consecuencia, se aprovecha del prestigio de la leche y de la carne para irrumpir con sus productos vegetales. En complicidad con la moda vegana, se suman a animalistas, a “defensores” del planeta y a quienes pontifican acerca de lo que debemos comer o beber.
La actividad agroindustrial chilena – la que incluye a la ganadería y a la producción lechera- emplea a más de 1 millón de personas. Todos los estudios serios indican que la carne y la leche son parte importante de la dieta humana, y lo ha sido así desde el origen de la especie. Los ganaderos y productores lecheros chilenos representan un aporte indesmentible a las economías regionales del sur de Chile, son gente esforzada que tiene vínculos sólidos con lo que hacen y lo hacen en general bien.
La deforestación en Chile es producto de personas que talan y venden leña sin control y de mafias impunes. Es una insolencia que jóvenes emprendedores culpen a ganaderos y a productores lecheros chilenos te tamaña barbarie. En Chile hay praderas para alimentar el doble de la masa ganadera vacuna actual, la que ha venido disminuyendo por diversas razones.
La producción porcina y avícola tiene en Chile altos estándares y genera empleos de alta calidad. La incorporación de nuevos territorios a la agroindustria en Chile ha correspondido principalmente a plantaciones de frutales, mas que a praderas para ganadería.
Todos tienen derecho a emprender y a ser creativos con las nuevas tecnologías. Lo que no parece prudente es que una empresa que incluso aparece como imagen Chile en innovación, ataque y desprestigie a otras industrias para justificar su existencia. Todas las teorías que culpan a la ganadería de todos los males de la humanidad están en permanente sospecha. Las industrias alimenticias evolucionan y se adaptan y es bueno que así sea.
Hago un llamado a los jóvenes emprendedores a seguir haciendo patria con nuevas ideas y nuevos productos, pero que su misión sea potenciar los atributos de lo que producen, más nunca atacar a quienes han estado por siglos en una noble actividad que merece respeto y reconocimiento. Los eslóganes arriba indicados, jamás intimidarán a productores ganaderos y lecheros, quienes se levantan muy temprano cada día para llegar con sus productos a la mesa de la familia chilena. El asado seguirá siendo de carne y el café con leche será con leche. No engañemos al consumidor. Eso no se hace.
Andrés Montero: Ingeniero Comercial UCH, Master en Relaciones Internacionales, The Fletcher School of Law and Diplomacy. Colaborador estable de ABC de Madrid.
