• SABÍAS QUE...
    • De cada 3 litros de leche que se producen en Chile 1 proviene de la Región de Los Ríos
    • El consumo de lácteos en Chile bordea los 150 litros per cápita
    • Río Bueno es la comuna que más leche produce en Chile (15%)

La lechería chilena tiene similitudes y diferencias con Nueva Zelanda

Por: Keith Woodford, Profesor de Gestión Agrícola y Agronegocios en la Universidad de Lincoln durante 15 años hasta 2015. Consultor principal en AgriFood Systems Ltd

Escribí este artículo en el aeropuerto de Santiago, esperando un vuelo reprogramado a Nueva Zelanda. Había sido una noche larga con vuelos cancelados debido a los trágicos disturbios de Santiago y miles de pasajeros varados durmiendo en sillas y en el piso. Me tomó 56 horas llegar a casa desde Osorno, en el corazón lechero de Chile, de regreso a Canterbury. ¡Definitivamente demasiado largo para huesos viejos!

Vine a Chile a pedido de grupos lácteos chilenos, con el apoyo de su gobierno, para hablar sobre la leche A2. Como la mayoría de mis lectores sabrán, la leche A2 es leche libre de beta-caseína A1. Sin embargo, también fue una gran oportunidad para mirar más ampliamente a la industria láctea chilena, incluida la forma en que Fonterra encaja en esa imagen.

Me acompañó el productor lechero de Canterbury, Marvin Pangborn. Hace años hicimos un viaje similar a los Estados Unidos para tratar de entender algo de su moderna industria láctea. Nos fijamos un objetivo similar para Chile.

Uno de mis objetivos era hablar exclusivamente con chilenos y no con “kiwis expatriados”. Y así es como sucedió. Los chilenos hablaron sobre lo que estaban haciendo y sus percepciones sobre lo que estaban haciendo los “productores kiwi” en Chile.

La distinción es importante. Si hubiéramos hablado con los “kiwis”, podríamos haber tenido una percepción diferente, tanto de lo que están haciendo los chilenos como de lo que están haciendo los “kiwis” en Chile. Ya tenía un conocimiento desde la perspectiva “kiwi” y en este viaje quería obtener la perspectiva chilena.

Eso significaba, por ejemplo, que escuché cosas diferentes de lo que escuchan los directores de Fonterra cuando van a Chile.

Los “kiwis” han estado invirtiendo y llevando su tecnología láctea a Chile por 20 años. Los chilenos piensan que los “kiwis” acertaron en su momento y, en consecuencia, obtuvieron excelentes retornos de inversión en la tierra que compraron.

A los chilenos también les gusta la tecnología “kiwi”. Sin embargo, no están tan convencidos de todos los aspectos involucrados en el sistema de producción lechero neozelandés.

Al igual que nosotros, los chilenos creen que en el pasto se encuentra el centro de la rentabilidad de la producción lechera. En el corazón lechero de Chile, alrededor de Osorno, todas las granjas son de pastoreo. Sin embargo, más al norte, hacia Santiago, la lluvia cae esporádicamente y la producción en base a praderas ya no funciona.

Quiero centrarme en el modelo productivo de Osorno, o más correctamente, en los dos modelos de Osorno. Uno de ellos es el sistema chileno local y el otro es el sistema “kiwi” implementado por los inversionistas neozelandeses.

Incluso esa representación de dos modelos es una simplificación. Al igual que en Nueva Zelanda, la realidad es una mirríada de variantes y cada agricultor ve las cosas de manera diferente.

La mayoría de los chilenos que visitamos eran grandes productores de leche. Estos agricultores tienden a estar bien calificados, a menudo con títulos universitarios en áreas como ingeniería, ciencias veterinarias y negocios. Sus granjas son típicamente entre 400 y 2000 vacas. Las granjas“kiwi” en Chile también tienden a ser grandes, por lo que la comparación tiene alguna base.

También hay muchas pequeñas granjas en Chile. Por ejemplo, conocimos a un grupo de diez productores que ordeñaban en torno a 20 vacas lecheras. Pero no estoy hablando de esos agricultores aquí, simplemente porque, a pesar de su importancia, su situación tiene poca relevancia directa para Nueva Zelanda.

Los grandes productores chilenos se muestran algo recelosos ante el “sistema kiwi” y no tuvieron problemas en expresar sus críticas, aunque también hay algo de admiración.

Los chilenos piensan que los “kiwis” son demasiado duros con sus vacas. A los chilenos les gusta ver que las vacas se alimentan mejor y produzcan más leche. Eso significa usar suplementos cuando sea apropiado. La producción típica en las granjas de pastoreo que visitamos es de más de 500 Kg. de sólidos por lactancia y en algunas granjas de pastoreo hay producciones muy superiores a ésta.

Los chilenos también creen que en su país los sistemas de ordeño de 12 meses funcionan mejor que el ordeño estacional. Nos dijeron que algunos “kiwis” en Chile, si bien a lo largo de los años promovían fuertemente el sistema estacional, ahora también se están moviendo a la producción durante todo el año.

El desafío para la producción de 12 meses en la zona de Osorno es que los inviernos pueden ser excepcionalmente húmedos. A pesar del drenaje natural de sus suelos, esto crea grandes desafíos tanto para los animales como para el manejo de los pastos. Y estos problemas son mayores si las vacas están en ordeña.

Sin embargo, hay otras dos partes clave de la historia. Una de ellas es que los veranos de Osorno son más secos que en Nueva Zelanda. Pensemos en Waikato, pero con inviernos más fríos y húmedos, además de veranos mucho más calurosos y más secos. Así es Osorno.

La segunda cuestión clave es que Chile ahora lucha por ser autosuficiente en la producción de leche. Casi todo el producto se usa para alimentar a sus 18 millones de habitantes. Por lo tanto, la demanda es de productos de consumo final a consumidor en lugar de ingredientes. Eso crea una demanda de un suministro constante de leche durante todo el año.

Aquí es donde Fonterra entra en escena.

Fonterra tiene dos compañías complementarias en Chile. Soprole es propiedad en un 99% de Fonterra. Sin embargo, Soprole también posee aproximadamente el 86% de Prolesur y sus ganancias se consolidan en Soprole y, por lo tanto, a través de Fonterra.

Soprole tiene fuertes marcas de consumo final. Solía ser la principal empresa láctea en Chile, pero ahora ha caído a la tercera posición. Por el contrario, Prolesur fabrica ingredientes que vende a Soprole.

En la zona de Osorno, Fonterra compra su leche a través de Prolesur Soprole. Dado su enfoque en los ingredientes, Fonterra también ha estado a favor de los sistemas de producción estacionales, ya que pueden reducir el costo de producción de leche.

El mayor problema para Fonterra en Chile es Prolesur, más que Soprole. Prolesur, como productor de ingredientes, no ha podido o no ha querido pagar a los agricultores lo suficiente como para competir con las otras grandes compañías lácteas chilenas, como la cooperativa Colun y Nestlé, centrando su preocupación en sus inversionistas-controladores. Como consecuencia, Prolesur ha estado perdiendo parte importante de su suministro de leche.

Fonterra sabe que si Prolesur continúa perdiendo proveedores, habrá más activos inutilizados. Esta temporada, Prolesur está tratando de atraer a los agricultores ofreciendo precios más altos.

Si Fonterra va a vender Prolesur, que es la decisión comercial lógica, entonces debe mantener y mejorar su oferta a los proveedores de leche. Los chilenos dicen que sin suministro de leche, Prolesur vale muy poco.

El problema para Fonterra es que, si bien algunos chilenos todavía admiran a los productores de leche de “kiwi”, nunca encontramos un agricultor que tuviera una buena palabra para Fonterra. Les disgusta mucho la forma en que ha tratado a sus proveedores. Los agricultores dicen que ya no se puede confiar en Fonterra.

Entre las compañías lácteas chilenas, la cooperativa Colun tiene una excelente reputación. Ha tenido un éxito excepcional y ha superado ampliamente a Fonterra. Sin embargo, Colun tiene sus fábricas llenas de leche. Ha sido Nestlé el que le ha estado quitando proveedores a Prolesur-Fonterra en el último año.

A diferencia de Fonterra, cuyas industrias son descritas por los chilenos como "antiguas", Nestlé tiene una planta moderna de fórmulas infantiles cerca de Osorno. Indudablemente, pueden permitirse pagar a los agricultores más de lo que puede hacer Fonterra. Y los agricultores hablan bien de Nestlé. Ahí está el problema de Fonterra en Chile.