Columna de Opinión
Por Bruno Rubilar Gómez, presidente Aproval Leche AG
Hace algunas semanas advertíamos sobe la “cruzada” del Gerente General de Watt’s, Rodolfo Véliz, en contra de la cooperativa Colun y sus cooperados, muchos de ellos socios de APROVAL.
Apelando a una creatividad sin límites, el ejecutivo ha tratado de convencer al país, que el único emprendimiento industrial lácteo asociativo de propiedad de productores lecheros sería el origen de los males que afectan a su compañía y al resto de las procesadoras que participan de un mercado que -sin pudor alguno- calificó como “aberrante”.
Pero la imaginación de Véliz no paró allí y después de dar muestras recurrentes de su desinterés y desidia hacia los productores de leche del país, de la noche a la mañana pretende usarlos para tratar de enfrentar a los productores de Colun con los demás colegas que venden su leche a compañías como Watt’s, bajo la tesis de que el accionar de nuestra cooperativa regional perjudicaría al resto.
Salvo contadas excepciones, los productores no adherirán a esta tesis, porque saben cuál ha sido la “preocupación¨ histórica de esta compañía por sus proveedores y saben también que, en un hipotético escenario de eliminación del beneficio tributario para las cooperativas, la gestión de Watt’s no será mejor de lo que conocemos y- si así fuera- los mejores resultados irán a engrosar el patrimonio de la familia controladora y no de sus proveedores de leche.
Pero, como dice el Gerente General de Watt’s, vamos a los datos y estos dicen que la Fiscalía Nacional Económica acaba de pronunciarse sobre el interés de esta empresa porque Colun publique su pauta de pago.
“Colun, a pesar de ser un actor relevante… no genera presión competitiva dado su sistema de cooperativa verticaImente integrada... en suma, no se justifica la extensión de la obligación de publicación de pautas a más actores que los actualmente obligados por la medida”, sostiene el corazón de la tesis de la FNE y que es consistente con lo que planteamos como APROVAL hace unas semanas cuando tuvimos que declarar ante la fiscalía por esta causa.
Pero no es el único dato que aporta la FNE, ya que sostiene que “las condiciones de mercado existentes a la época de dictación de la sentencia N° 7 no sólo se han mantenido, sino que, en muchos aspectos, han empeorado… La sola publicación de las pautas tampoco ha anulado todos los espacios de discrecionalidad y posibilidad de establecer diferenciaciones entre productores, lo que se aprecia, en particular, en algunos criterios para el ofrecimiento de contratos y en los términos, condiciones y prácticas de formalización de los mismos”. Estos son los datos.
