Un revuelo mediático impensado -que incluso tuvo alcance nacional- generó la denuncia que interpusimos en la Seremi de Salud de los Ríos, con el único objetivo de solicitar que se cumpliera la ley en términos del uso del rótulo "Leche", en referencia a la comercialización de productos líquidos de origen vegetal que se estaban vendiendo alejados de esta normativa y, de paso, ubicándose en los espacios reservados para la venta de la verdadera leche y toda la gama de productos lácteos.
Aunque todavía no disponemos de los resultados oficiales de la fiscalización, dado que ella se extendería a nivel nacional tal como lo solicitamos en nuestra denuncia, las reacciones y hechos derivados de esta gestión nos permiten adelantar algunas conclusiones.
El debate nacional sirvió para validar nuestro argumento central: Leche significa leche de vaca (adicionalmente se puede usar para leche de otros mamíferos)
A pesar de algunas explicaciones difusas, los canales de comercialización asumieron que la venta de estos líquidos vegetales se estaba realizando de manera irregular y de hecho el mismo día de la fiscalización una de las cadenas de supermercados ya había retirado estos productos de la sección "Lácteos".
Desde el ámbito más técnico de la nutrición, los especialistas no sólo ratificaron lo que técnicamente es LECHE, sino que adicionalmente fueron muy claros en diferenciar lo que es un alimento como el que producen nuestros rebaños, que de manera natural está compuesto por minerales, proteínas y vitaminas y que ha sido fundamental para la evolución y desarrollo del ser humano desde hace 10 mil años, frente a estos líquidos vegetales a los cuales de manera artificial se le adicionan algunos ingredientes para tratar de asimilarse a la leche.
En resumen, creemos que ha sido una gestión gremial justa y necesaria, que ha contribuido a re-posicionar públicamente este alimento que ponemos a disposición del consumidor a través de la amplia gama de productos que ofrecen las compañías procesadoras.
Adicionalmente, esta denuncia nos ha servido para validar un estilo de gestión gremial que hemos adoptado en Aproval y donde la prioridad es ir detectando los espacios de acción que afecten a nuestros asociados, luego efectuar los análisis técnicos de manera profesional para generar las acciones que sean necesarias ante la autoridad competente y -en último término- difundir estas iniciativas una vez que ellas han sido concretadas y ejecutadas. Los tiempos actuales ya no dejan espacio para la simple retórica y la demagogia en la gestión gremial.
