La producción de leche en Europa y Oceanía ha sido mayor a la
proyectada y EE.UU continúa expandiendo. Por otro lado, la demanda de
importaciones ha sido estable, no habiéndose expandido lo suficiente
como para generar un déficit de oferta en 2016.
Lo anterior no significa que el mercado esté débil en los hechos. Hay
buenas perspectivas para proteína de suero y manteca, aunque mayores
presiones sobre leche en polvo y el queso.
Para el segundo trimestre de este año hay una sensación de mayor
debilidad, alimentada por las perspectivas de una buena primavera en el
hemisferio norte, unido a que no se observan riesgos al alza de precios,
lo que da margen a los compradores para esperar.