Gran decepción. Esa es la sensación que tienen los representantes de las Cooperativas Lecheras de la zona central (regiones V, VI y Metropolitana), tras la reunión sostenida hace unos días con Soprole, la principal industria láctea del país, controlada por la neozelandesa Fonterra.
El objetivo de los lecheros era poder exponer y reiterar los distintos problemas que afectan a la actividad lechera en el país y, especialmente, sus mayores costos de producción en la zona central. Esto, con el propósito de dialogar opciones y planes de la empresa para apoyar a sus proveedores.
Pero los productores no tuvieron buena acogida de la multinacional. Soprole manifestó expresamente que no existe la intención de dialogar con los representantes de los lecheros. De hecho, desestimó conversar con representantes de la Comisión de la Leche de algunas de las cooperativas.
“Con este subterfugio, Soprole puede atrasar aún más la decisión de mejorar el precio de compra de leche, inminente a raíz de las informaciones del mercado internacional”, manifestó un miembro de Aproleche Centro.
El dirigente agregó además que la actitud negativa de Soprole repercute en el precio que pagan otras empresas grandes por la leche, ya que están atentas a las señales que entrega para ajustar el valor pagado a productor.
“Existía la esperanza de encontrarse con una actitud distinta, más aun tratándose de una empresa multinacional que ha podido desarrollar buenos negocios en el país, y que ha tenido ganancias relevantes incluso pese a tener menos ventas. Todo esto ha sido a costa de pagar un valor muy por debajo del de mercado a los lecheros nacionales”, concluyó el dirigente.
