Estos volúmenes importados son similares a los del período 20102012, pero muy por debajo de los niveles excepcionales observados en 2014, cuando las importaciones alcanzaron 670.000 toneladas, según Eucolait.
El aumento parece estar motivado más, por una menor oferta en China, que por una creciente demanda. En el primer semestre del año, la demanda ha crecido menos que en 2015, según Rabobank. Sin embargo, la producción de leche en China ha tenido problemas debido a los bajos precios al ganadero y las altas temperaturas del verano, lo que ha ayudado a aumentar las importaciones.
Mientras que cualquier aumento de las importaciones lácteas de China tiende a ser una buena noticia para los precios mundiales, un incremento basado puramente en una menor oferta interna de corto plazo, implica un riesgo. Si la producción nacional de leche de China se recupera, la demanda de importaciones puede caer de nuevo.
El crecimiento constante de la demanda de los consumidores chinos es probable que se necesite para conseguir una recuperación de los volúmenes de importación. Sin embargo, incluso con un crecimiento constante de la demanda, es probable que siga habiendo picos y valles en la fijación de precios de los productos lácteos mundiales.
Fuente: http://www.agrodigital.com