Una compleja situación está viviendo el sector agrícola de la provincia del Biobío, que se ha visto fuertemente afectada por la baja en los precios de sus productos, y el arribo de importaciones desde el extranjero, que impiden una competencia en igualdad de términos.
La situación tiene complicados a rubros históricamente vinculados a la actividad económica de la zona, como el sector lechero y de los cereales (trigo), quienes temen que la situación acabe con la fuente de sus ingresos.
Muchos pequeños y medianos empresarios del rubro, han debido terminar con sus negocios, por lo cual las asociaciones gremiales están realizando un llamado al gobierno a tener un rol más activo, antes que no exista la capacidad de sobreponerse a la coyuntura económica.
CRISIS DEL TRIGO
Un escenario nada favorable presenta en la actualidad el sector agrícola ligado al trigo, ya que la sequía del último año y los efectos del cambio climático, han provocado que los costos de producción del cereal se incrementen, sin que se pueda trasladar ese aumento al precio de venta, pues el mercado no está pagando un precio que permita recuperar el costo de inversión.
Lo anterior, ha llevado a varios agricultores a acumular su producción, a la espera de precios mejores, no obstante, no todos los productores tienen la infraestructura necesaria para guardar el volumen de su cosecha.
Fue así como el presidente de Socabío, José Miguel Stegmeier, enfatizó que “los poderes compradores están pagando bajos precios y otros cerrados, por ello, los agricultores van a quedar con menos ingresos este año y van a tener problemas para cumplir con sus compromisos. Algunos no van a poder entregar el trigo, porque no hay recepción. Aquí surge otro problema, porque hay agricultores que no tienen la capacidad para guardar su cosecha”.
IMPORTACIÓN EN PLENA EPOCA DE COSECHA
Otro factor que llega a agravar la situación de los productores, es la llegada en plena temporada de cosecha de trigo proveniente de Argentina, el que presenta un precio muy inferior al que presenta la producción chilena.
Sobre ello, Stegmeier, sostuvo, que “nosotros tenemos certeza que la cosecha de trigo argentino es de mala calidad, siendo al menos 40 toneladas las que arribarán al país. Por lo anterior, no podemos aceptar que se nos pague un precio inferior por nuestra producción, en vista que se paga un valor superior por un trigo de mala calidad proveniente del extranjero”.
Agregó, que “en la Región Metropolitana habían varios molinos que compraban a productores de la provincia del Biobío. Ahora, estos mismos comprarán durante esta temporada trigo proveniente de Argentina”.
ROL DEL ESTADO
Ante este negativo panorama los productores agrícolas esperan una reacción por parte del Estado, sobre todo con mecanismos que vengan a transparentar el mercado interno y mejorar el control aduanero de los productos que arriban al país.
Al respecto, Stegmeier, declaró que “nosotros esperamos que el Estado transparente el mercado, con un trabajo más ágil de la Fiscalía Nacional Económica, inspeccionando cuando existe una alteración como la registrada”.
Añadió, que “también se debe realizar un refuerzo de la fiscalización aduanera, para determinar de qué calidad son los productos que arriban a Chile. Sobre todo pensando en el valor que se tranzarán en el mercado interno, ya que muchos productos foráneos presentan una condición inferior a los nacionales”.
PRODUCCIÓN LECHERA
Otro sector agrícola fuertemente afectado son los productores de leche, quienes en la zona han visto al menos el cierre de 16 plantas dedicadas al rubro.
Dentro de los factores internos que generaron el oscuro panorama, se cuenta la sequía y las intensas lluvias que disminuyeron la producción para este año.
Se suma los bajos precios que pagan las plantas procesadoras por el producto, que dificultan obtener alguna ganancia.
Así indicó el presidente de Aproleche, Darío Arévalo, quien dijo, que “la industria gana mucho y aprieta mucho a los productores, ya que le pone muchas trabas para la liquidación del precio del litro de leche. No es un precio justo”.
La importación lechera desde el extranjero también es un elemento, ya que —sostuvo Arévalo— las plantas se aprovechan de la escasez de leche en Chile, comerciando con otros países a precios que nosotros no podemos competir.
A tanto ha llegado el problema, que Fedeleche decidió —a principio de año- - restarse del Consorcio Lechero, acusando una lentitud en la toma de decisiones y un nulo apoyo a la industria del rubro.
SOSPECHAS DE COLUSIÓN
Un elemento nunca antes estimado, es el llamado que realizó el diputado por Biobío Costa, José Pérez (PRSD), a investigar una posible colusión de las empresas Nestlé y Soprole.
El parlamentario sostuvo, que “en forma unánime hemos pedido como Comisión de Agricultura a la Fiscalía Nacional Económica, que tome cartas en el asunto y que investigue una eventual colusión tanto en la compra como en la venta del producto, porque ocurre que en otoño sube el precio de la leche más menos 20 pesos y en primavera baja la misma cantidad; es decir, en las grandes empresas es el mismo valor que sube y baja y también tenemos valores similares en la venta al comercio después de que la leche ha sido descremada”, sostuvo.
