Cerca de 500 representantes del mundo científico y académico se reunieron en esta cita, la cual fue encabezada por el presidente de la Asociación Latinoamericana de Producción Animal, ALPA, el doctor Rafael Núñez.
En ella, Núñez presentó el libro “La Ganadería de América Latina y el Caribe: Oportunidades para la producción competitiva, sustentable e incluyente de alimentos de origen animal”. En esta publicación (que cuenta con 45 capítulos, 139 autores y 816 páginas) se presentan las perspectivas y desafíos para la ganadería en la región, y la situación del sector pecuario de cada país, así como diagnósticos sobre el potencial para satisfacer la demanda de productos de origen animal. Participaron especialistas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
“En lo lechero, a grandes rasgos cada país participante en la publicación informó sobre su sector lechero, cuál es el desarrollo que ha tenido y cuáles son las oportunidades. Hay capítulos que tocan esto en los diferentes países. En este tema, identifico el aprovechar los sistemas de producción de leche en pastoreo. ¿Por qué? Porque el producto que se genera en esos sistemas de producción tiene grandes oportunidades, son productos que traen compuestos benéficos para la salud, si uno analiza el perfil de ácidos grasos. Es una gran oportunidad. Nuestra región, América Latina en general, tiene una gran superficie dedicada a la producción de forrajes bastante amplia. Hay grandes oportunidades. De repente nos hemos ido por la inercia de modelos americanos súper intensivos, pero por qué no sacarle el mayor provecho a las superficies forrajeras que ya existen, pero sobre todo cuidando la calidad desde el punto de vista nutricional del aporte que pueden dar estos alimentos”.
En el capítulo chileno, donde participó activamente el Consorcio Lechero, se presentó experiencias tecnológicas y estratégicas que está desarrollando la cadena láctea en Chile.
“Me llamó mucho la atención la forma como estructuraron ciertos planes y programas, muy bien focalizados, pero sobre todo, que le están dando seguimiento. Creo que en muchos países se pueden hacer planes y demás, pero si no hay una forma de medir cuáles son los resultados sobre la marcha y hacer los ajustes correspondientes, es muy difícil alcanzar las metas propuestas”, resumió. Núñez agregó que le llamó la atención el orden, seguimiento y evaluación de los programas orientados a la producción de leche, especialmente el Sistema Nacional de Benchmarking creado por el Consorcio Lechero, además de la Estrategia de Desarrollo 2014-2017.
“Que Chile se declare exportador neto de leche es fruto de un resultado que se fijó hace tiempo y creo que es bastante importante. En uno de los capítulos, se menciona la importancia que tiene el Consorcio Lechero y cómo, a través de la institución, se definió este sistema de Benchmarking, que es fundamental. Si algo no se mide y no se tiene una referencia sobre la cual apoyarse para continuar desarrollándose, es muy difícil. En el capítulo que aparece en el libro aparece esta forma de trabajar que asegura ir agregando nuevas tecnologías, comparándolas entre quienes las están usando y seguir avanzando”.
