Pese a las complicaciones climáticas, los productores han logrado mantener mayormente sus máquinas productivas en pie apelando el uso de reservas y suplementos alimenticios. En momentos, donde el precio por litro de leche se ubica en valores mínimos de los últimos cinco años (medido en dólares), la primera opción para amortiguar la suba de los costos fijos ante los menores ingresos parece ser la de apostar a mayores niveles de productividad. Con las abundantes lluvias de los últimos días, todo indica que la remisión volverá a mostrar un repunte cuando cierre agosto.
En diálogo con IT Lechería, el secretario ejecutivo del Inale, Gabriel Bagnato, explicó que uno de las consecuencias de un “otoño-invierno” seco fue que los animales “no sufrieron tanto” y, que en base a suplementos y con un costo mayor, se logró elevar la remisión. “Los sistemas productivos vienen con cierta inercia. Hasta hace poco tiempo se recibían $ 8 por litro de leche. Ahora, en este segundo semestre, es que varios productores ven que las cuentas no cierran”, explicó. El Inale espera que la remisión culmine el 2015 en niveles similares a los del año pasado. Para Bagnato, los efectos del “desplome” de los precios internacionales podrían verse reflejados con mayor fuerza durante el 2016.
