Este contexto productivo nacional implicó una baja importante en la producción y oferta de materia prima durante el primer semestre (aproximadamente 65 millones de litros menos a nivel nacional respecto de la temporada anterior), lo que a juicio de la empresa Soprole habría retrasado el traspaso de los deprimidos precios que viene registrando el mercado internacional de los lácteos desde inicios de la campaña 2015.
En efecto, el precio internacional de la Leche en Polvo Entera (producto usado como referencia) ha caído casi un 50% en sus cotizaciones internacionales durante el primer semestre y los analistas del mercado prevén que la recuperación de los precios en el mercado mundial sólo llegaría hacia finales de este año o comienzos de la próxima temporada.
Así las cosas, el nuevo escenario de precios de la leche a nivel de productores viene a complicar objetivamente el desempeño sectorial. Sin embargo, esta volatilidad es una característica del mercado que no podemos controlar y que lamentablemente nos golpea cada cierto tiempo como ha ocurrido en las últimas dos décadas.
Sin perjuicio de reconocer lo anterior, son conocidas nuestras aprensiones respecto de cómo se replica este contexto internacional en velocidad y magnitud a nivel del mercado doméstico de la comercialización de leche fresca.
Mención aparte merecen las aprensiones de la opinión pública y de los medios de comunicación (corroboradas por el INE en la variación del IPC de varios productos lácteos), ya que en las góndolas de los supermercados se observa una dinámica diferente a nivel de productos elaborados y respecto de lo cual sólo podemos expresar que, en promedio, un productor de leche de nuestra región está recibiendo aproximadamente $215/litro (más IVA) por el litro de leche.
