El crecimiento de la producción local y la desaceleración de la demanda interna pueden presionar los precios en el primer semestre del año, teniendo como consecuencia un menor precio por la leche al productor.
Las exportaciones pueden perder competitividad con el incremento de la competencia en los mercados tradicionales, como Venezuela y Medio Oriente. Aun así, la industria local debe promover la innovación considerablemente a lo largo del año, como resultado de la reorganización de las grandes empresas en el sector.