Durante 2013 la producción mundial de leche alcanzó los 782 millones de toneladas, según los últimos informes de la FAO, lo que representa un incremento del 2% respecto del año precedente. En las regiones exportadoras, durante los primeros siete meses del año 2014 los siete grandes aumentaron su producción en un 4,3%, del cual la mitad se sustenta en la UE, Brasil y Nueva Zelanda.
Esto se ha debido, según los analistas de Rabobank, a que el precio a productor en muchos países no ha seguido la tendencia a la baja de los precios internacionales y a que el precio de los costos de alimentación han continuados bajos. Sumado a esto, la eliminación de las cuotas de producción en la UE podría generar más excedentes de exportación a futuro.
Este incremento en la producción, la reducción en las compras por parte de China, quienes actualmente se concentran en consumir los stock acumulados, y recientemente la complicación de Rusia con sus principales proveedores, han sido en gran parte la causa de la baja en los precios internacionales, que han descendido para la leche en polvo desde los USD 5.058 en octubre 2013 hasta los USD 2,443 en octubre 2014.
Todo indica que se requerirá de un largo periodo, al menos doce meses de precios bajos, para ordenar el mercado internacional; los precios a productor debieran caer tanto en EEUU como en la EU, con ya ocurrió en Nueva Zelanda.
SITUACIÓN EN CHILE
En la regiones de clima templado, donde se concentrada la producción de leche de Chile, se produce aproximadamente el 20% de la leche del mundo. Por tanto su dependencia de maíz es menor y su principal fuente de alimento para la producción de leche proviene desde la pradera. En consecuencia para entender qué pasó con la producción durante la temporada, es necesario ver qué pasó con nuestras praderas durante en el periodo que va de 8/2013 a 7/2014.
