Al cierre de 2013 el dólar se cotizaba en $ 526,40 y ayer la divisa terminó la jornada en $ 614,3, lo que significa un alza de $ 87,9. Y las perspectivas para el próximo año indican que la moneda estadounidense se mantendrá sobre los $ 600. Todo un contexto que no sólo anima a los exportadores sino que también al gobierno, que ve en este mejor escenario para las ventas al exterior una dosis propicia para alentar la actividad económica.
De hecho, ayer el mismo ministro de Hacienda, Alberto Arenas, citó al tipo de cambio y a las exportaciones como uno de los cuatro motores que ayudarán al avión de la actividad local, que vuela contra el viento – según su analogía -, a repuntar. Los otros aportes vendrán de la política fiscal, considerando que al cierre del primer semestre del próximo año habrá un 50% del presupuesto ejecutado; la alianza público-privada; y el contexto internacional, que ha traído una baja relevante del petróleo en los últimos días.
Más concreto aún, el ministerio de Agricultura anticipó montos récord para los distintos envíos que comprende el sector: el frutícola, con US$ 4.800 millones; forestal, con US$ 3.000 millones; y el lácteo, con US$ 350 millones.
En suma, se trata de un cuadro que redundará en una expansión de 5% para esta rama de la economía.
Una cifra que se ubica en el rango que manejan los gremios ligados al mundo agrícola.
La gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ema Budinich, sostuvo que las estimaciones de crecimiento para el sector se ubican en torno al 4%, que se compara favorablemente con las proyecciones que sitúan un crecimiento del PIB a nivel nacional entre 2,5% y 3%.
No obstante, la ejecutiva precisó que “el crecimiento del sector se sustenta en gran medida en la baja base de comparación con el resultado de este año 2014, que según nuestras estimaciones caerá en torno al 2%”.
Budinich concuerda en que “el alza del dólar es, sin duda, un incentivo para el sector silvoagropecuario chileno, que está plenamente integrado a los mercados mundiales”. Pero, acota, se debe tener en cuenta que para el segmento de productores locales que sustituyen importaciones (carnes, leche y granos), este incremento del valor del dólar se ha visto licuado por las caídas de precios internacionales.
“De manera que para analizar el impacto del alza del tipo de cambio sobre la rentabilidad de los negocios agropecuarios hay que analizar el efecto completo”, aclaró.
El presidente de la Asociación de Exportadores Ronald Bown, dijo que si bien las perspectivas con un tipo de cambio a $ 600 son mejores que con uno a $ 500, el dólar no es lo único que determina al sector.
“En años anteriores las expectativas fueron poco optimistas, lo que generó un rezago en las inversiones de reconversión importante. Hoy, la fruticultura de exportación se está poniendo al día en esta materia”, puntualizó.
Así las cosas, Asoex prevé una expansión de las exportaciones del orden del 10% al 12% el próximo año.
Pese a esta importante alza, Bown pone paños fríos sobre si este sector será el motor de del PIB. “Es cierto que estamos frente a la oportunidad de convertirnos – nuevamente – en un motor de la economía, pero pensamos que hay que moderar esas expectativas, ya que para la fruticultura de exportación no es posible dar saltos repentinos, necesitamos tiempo para que los frutales den nuevos frutos y para que las nuevas plantaciones comiencen a producir”.
El aporte al PIB
En su último informe de Política Monetaria (IPOM, el Banco Central proyectó que en 2015 el monto total de los envíos llegaría a US$ 79.650 millones, pero entre los economistas ven una cifras del orden de US$ 81.438 millones.
Felipe Alarcón, de Euroamerica, sostuvo que “será fundamental y, de hecho, ya lo están siendo. En 2015, será el sector que impulsará la economía considerando que el sector privado se mantendrá lento”, aseguró.
Así, el experto proyectó que este sector tendrá un crecimiento real de 3,5% a 4% y su aporte al PIB estará en torno a 0,7% a 1% del total.
Mientras que el subgerente Políticas Públicas de Banco Santander, Felipe Bravo, acotó que este sector “deberían estar creciendo sobre 4% con énfasis en los envíos no cobre, donde sobresale las agroindustriales, y su aporte al PIB total sería entre 1% y 1,5%.
Ministro de Agricultura, Carlos Furche: “El sector agroexportador crecerá no menos de 5%”
El ministro de Agricultura, Carlos Furche, adelantó las buenas cifras que registrará el sector el próximo año gracias principalmente al alza del dólar.
Así el jefe de la cartera indicó que el escenario macroeconómico actual es “especialmente atractivo para el sector: por un lado, un tipo de cambio real alto y tasas de interés a la baja, que favorece a las exportaciones, la inversión y la ampliación de las capacidades productivas”, dijo.
Por ello, acotó que “debemos aprovechar este buen momento para efectivamente dar un salto cualitativo en calidad, inocuidad, sanidad y en ampliación de perspectivas de mercado, porque eso le entrega un horizonte de mediano y largo plazo al sector”.
En cuanto a montos, el sector frutícola exportaría US$ 4.800 millones; mientras que el forestal US$ 3.000 millones y el lácteo US$ 350 millones, todos niveles récord. Así para 2015 se prevé un crecimiento no inferior a 5%. “Las proyecciones indican que en 2015 el sector agropecuario y forestal será uno de los más dinámicos de la economía chilena y, en ese sentido, hará un aporte significativo en lo que se refiere a empleo e inversión”, dijo.
El ministro mencionó que si bien persisten situaciones graves de sequía en el norte chico, en el resto del país las principales variables climáticas han tendido a normalizarse, sin perjuicio de eventos puntales como la lluvia del pasado fin de semana que afectó la producción de cerezas. Por ello, subrayó que “en el sur vamos a tener un muy buen año para la ganadería porque hemos tenido una primavera lluviosa, eso significa mayor producción de pastos. Eso nos llevará a tener montos para el sector lechero, que hace cinco o diez años atrás era inimaginable”.
En una perspectiva de más largo plazo, el titular del agro puntualizó que “Chile tiene un extraordinario futuro como productor de alimentos, por ello, lo que tenemos que hacer es persistir en líneas de trabajo de mediano plazo.Para lograrlo, necesitamos enfrentar los desafíos que nos plantean la competencia de terceros países, las crecientes exigencias de los consumidores, la necesidad de generar dinámicas inclusivas de desarrollo en el sector, y de mejorar sus patrones de sustentabilidad”.
El ministro destacó que “Chile se encuentra entre los 20 principales exportadores mundiales de alimentos. Sin embargo, para avanzar, debe hacer innovación tecnológica de la cadena agroproductiva, diversificar sus mercados, su producción, mejorar su eficiencia en el uso de los recursos hídricos, elevar los estándares especialmente en inocuidad y calidad así como ambientales y laborales”.
