Hasta ahora la industria láctea había estado al margen de la discusión sobre el nuevo reglamento de etiquetado y rotulado de alimentos que está elaborando el Ministerio de Salud.
La discusión ha tomado fuertes ribetes políticos que se han enfrentado a los argumentos empresariales.
Desde su vereda como una de las cinco procesadoras lácteas más importantes del país, Surlat – ligada al grupo vasco Kaiku -, da a conocer su posición en voz de su gerente general, Sebastián Bollier.
-¿Cómo impactará el reglamento a Surlat?
-El mayor impacto en este momento es la incertidumbre y el impacto futuro dependerá de la calidad de dicho reglamento, si no es el apropiado afectará negativamente a toda la industria alimentaria.
-¿Cree que se podrán bajar los nutrientes críticos en menos de un año o se necesita más tiempo para hacer las adecuaciones e inversiones tecnológicas?
-Me parece paradójico tener que bajar nutrientes, no me parece que ese debiera ser el foco.
El problema de la obesidad no se resuelve con porciones más pequeñas o alimentos más diluidos o rebajados. Tampoco llenando la góndola con discos pare.
Las personas ingieren los alimentos que satisfacen sus necesidades, que tienen cerca y al precio más conveniente. Lo importante es educar a los consumidores, incentivar la alimentación sana por vías positivas (no restringiendo o estigmatizando la oferta) y fomentar la actividad física.
Cualquier cambio en un alimento procesado lleva mucho tiempo de pruebas y validaciones, por lo que en el evento que la industria necesite modificar algo este será un proceso largo.
-¿Será un problema las mayores inversiones que tengan que desembolsar las empresas para cumplir con la regulación de etiquetado?
-Para algunos, las inversiones pueden ser una oportunidad, para otros supervivencia y otros decidirán retirar sus productos del mercado y desinvertir. Son las consecuencias probables. El fondo es que estas decisiones de inversión o desinversión, que implican muchos puestos de trabajo, deberían estar inspiradas por un consumidor educado e informado que pueda elegir con libertad y responsabilidad cómo alimentarse. Esto es lo que hará sustentable en el largo plazo cualquier inversión.
-¿Prevé tener menores ventas o algún impacto económico a raíz de este reglamento?
-Es difícil advertirlo ahora, pero es posible.
-¿Podría dañar este reglamento, así como tantos otros cambios regulatorios, la imagen país y su atractivo para invertir?
-En esto creo que son importantes el fondo y las formas, ambas contribuirán a un resultado razonable y eso es bueno para la imagen del país y las inversiones.
Respecto del fondo lo hemos dicho: la obesidad no se combate solo con el reglamento tenemos que hacer más todos juntos; y respecto a las formas: la experiencia de las empresas es muy valiosa y esperamos se tenga en cuenta.
