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Mujeres aprovechan su “sentido maternal” en crianza de terneros

  • Noticias
  • 12 noviembre 2014
  • Diario Austral de Osorno

Aunque existen diversas tecnologías para la alimentación de estos pequeños animales, a través de máquinas denominadas “nodrizas inteligentes” que funcionan a través de un sistema computacional que detecta el estado de salud de los animales y lleva un control exacto de la cantidad de litros de leche que deben tomar por día, Albert Geser indica que prefiere contratar a mujeres para estas labores porque son más dedicadas, tienen un instinto más “maternal” con los terneros y porque además son las mismas esposas de sus trabajadores las que acceden a este trabajo.

“Siempre he trabajado en estas labores con mujeres porque tienen un trato distinto, tienen otro ‘don’ con los animales”, comenta Albert, mientras observa el proceso de alimentación de los últimos terneros de esta temporada de pariciones que se extendió desde abril hasta fines de noviembre.

Aclara que adquirir alimentadores artificiales significa un costo inicial y mantención que quizás no se justifica, ya que asegura que su proceso de pariciones en su campo es temporal, siendo el periodo más fuerte entre abril a septiembre, donde llegan a alimentar hasta mil terneros, entre hembras y machos.
nueve años

Blanca comienza muy temprano con sus actividades, primero en su casa y luego en el establo donde la esperan cientos de terneros. En esta oportunidad, sólo deben alimentar 140 animales, ya que la temporada alta ya pasó.

Llegó a tener otras dos colegas más, durante la temporada alta, donde trabajaban cuatro semanas y otra descansaban. Ahora solo trabajan tres en el proceso de alimentación.

A las 8.30 de la mañana llega al galpón donde duermen los terneros. Apenas arriba al establo debe prender fuego para calentar el agua que utilizarán en la preparación del sustituto que les darán a estos pequeños animales.

Mientras el agua alcanza una temperatura óptima, pasa por los corrales donde están encerrados los terneros, en pequeños lotes de 60 animales, para ver si todos están sanos o si hay alguno al que le deben brindar algún cuidado especial, ya que se trata de animales que al cabo de algunos meses servirán como reemplazo en la lechería, mientras que los machos se venderán como novillos gordos para el consumo nacional.

Es por ello que deben cuidarlos con la máxima dedicación, y justamente por lo mismo el porcentaje de mortalidad es bajo y no sobrepasa el 4% (40 animales por temporada).

Una vez que el agua se calienta, comienza a disolver la leche sustituta, la preparan en dos peroles de 500 litros cada uno, donde ocupan dos bolsas y media de 25 kilos cada una.

A esa hora, el reloj marca las 9 de la mañana y comienzan con la distribución propiamente tal del alimento en los recipientes negros que simulan una ubre de vaca.

Aunque las gavetas son de 3 litros, la dosis que vierte Blanca en cada una de ellas es de dos litros y medio, ración que calcula casi de manera automática y que le da dos veces al día (mañana y tarde) desde el cuarto día de nacido, por dos meses y medio. Luego se destina al potrero.

Durante la temporada más alta de pariciones llegaron a tener mil terneros y allí su jornada se extendía desde las 8.30 a 12 horas y durante la tarde de 14 a 17.30. Ahora que solo tienen 140 terneros se demoran una hora y media en todo el proceso, incluso con limpieza de los aparatos de la ternera.

Blanca asegura que estos nueve años de trabajo a cargo de la crianza de los animales han sido gratificantes, no solo porque ha podido ser un aporte en el ingreso familiar, sino porque también se ha sentido “útil”.

“Antes solo me dedicaba a las labores del hogar, crié y cuidé a mis dos hijos, y ahora que ya no están en la casa trabajo todo el día cuidando a estas otras ‘guaguas‘”, comenta Blanca con una grata expresión en su rostro.

Recuerda que comenzó trabajando medio año porque sus hijos aún estaban pequeños. “Sólo trabajaba cuando mis hijos estaban en el colegio, después cuando eran más grandes fui trabajando más a tiempo completo”, comenta esta mujer, quien también aprendió a inseminar y ahora es la encargada de fecundar las vacas y luego cuidar y criar de esos animales que nacen de este proceso.

“Prácticamente me hago cargo del proceso completo”, comenta sonriendo.
Ordeñadora a nodriza
Claudia Neguiman (35 años) es la compañera de labores de Blanca y cada día se complementan en el proceso de alimentación de estos animales.

Aunque trabajan con overol, delantal blanco y gorra, no pierden su femineidad. Un maquillaje suave y aros remarcan los rasgos femeninos de Claudia, quien es la encargada de rodear los terneros desde los corrales hasta la manga donde se instalan para recibir su leche.

Tres años lleva en esta labor y aunque nunca imaginó llegaría a desarrollar este trabajo, asegura que ha sido bastante positivo y satisfactorio.

Recuerda que llegó desde Futrono junto a su esposo para desempeñarse como ayudante en la sala de ordeña del mismo predio en Murrinumo.

Ambos trabajaron en el lugar durante un tiempo, pero en ese tiempo tenía una hija pequeña que no tenía con quien dejar mientras ella trabajaba en la sala de ordeña, por lo que tuvo que abandonar esa labor y cuidarla.

Eso, hasta que le ofrecieron la labor de cuidadora de terneros en la temporada que extiende por ocho meses. “Eso me ha permitido una independencia y poder ayudar en la casa. Es algo que me da mucha satisfacción”, comenta esta mujer quien luce un fuerte brillo en sus ojos mientras expresa su opinión.

Respecto a la participación de las mujeres en este tipo de actividad, no existe registro que indique concretamente la cantidad de predios y féminas contratadas, sin embargo las lecherías en la zona que utilizan este sistema no suman más de cincuenta.

El timonel de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), Juan Horacio Carrasco, quien también contrató – por un tiempo – a una mujer para este tipo de labores, asegura que no es muy recurrente este tipo de contrataciones aunque, según él, las mujeres brindan un cuidado mejor a estos animales.

El Boletín bimestral de empleo abril-junio /mayo-julio publicado en septiembre de 2014 a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) mostró que las mujeres ocupadas en la agricultura en el trimestre abril -junio 2014 representaron el 19% del total de ocupados (124.591 ), cifra que disminuyó en el trimestre mayo-julio 2014 a 18% (111.705). En el trimestre móvil mayo-julio 2014, en un período de doce meses, se observan incrementos de empleo en varias regiones, como Valparaíso y Los Lagos (22% y 14%, respectivamente).

1.000 terneros nacen por temporada en el criadero Antimahuida, ubicado en el sector Murrinumo, de propiedad de la familia Geser. Sólo tienen un 4% de mortalidad.

2 meses y medio es el tiempo en que los terneros y terneras reciben alimentación en base a sustituto. Estos animales son destinados a la producción de carne y recambio de vacas productoras.

2 veces al día deben alimentar a los terneros. En cada oportunidad se les proporcionan dos litros y medio. Luego de dos meses y medio los animales son enviados a pradera.