Los buenos precios de la leche junto a la eliminación de las cuotas al final de la actual campaña han promovido el aumento de la producción. La incógnita actual es que va a pasar con al producción de leche en la UE, teniendo en cuenta el actual panorama en el que los precios van a la baja.
Los precios de la alimentación están más bajos que en años anteriores, por lo que es probable, que en muchos países se mantenga el consumo habitual, a pesar de los menores precios de la leche, según las estimaciones del Consejo Lácteo del Reino Unido. En consecuencia, podrá haber una buena producción, especialmente en las explotaciones con un buen margen bruto. El único factor que podría impedir el avance de la producción sería la amenaza de la supertasa.
Sin embargo, en otros países, los precios bajos de la leche pueden resultar en una disminución estacional de la producción más pronunciada de lo habitual. Los datos más actualizados con los que cuenta la Comisión Europea corresponden a los de junio de 2014, cuando todavía no se aplicaba el veto ruso, por lo que no se puede cuantificar la reacción que dicha medida ha supuesto en la producción de leche. No obstante, es previsible que haya una menor producción, especialmente en aquellos países para los que Rusia era un destino clave de exportación.
Aunque las condiciones meteorológicas sean similares a las del otoño-invierno pasado, es muy probable que se ralentice el ritmo de crecimiento de la producción de leche en relación con el año pasado a lo largo de la segunda mitad de la campaña 2014/15.
