• SABÍAS QUE...
    • De cada 3 litros de leche que se producen en Chile 1 proviene de la Región de Los Ríos
    • El consumo de lácteos en Chile bordea los 150 litros per cápita
    • Río Bueno es la comuna que más leche produce en Chile (15%)

Que las instituciones funcionen

  • Opinión
  • 08 septiembre 2014
  • Edgardo Zwanzger Azócar, Presidente Aproval-Leche AG

Como APROVAL veníamos planteando hace tiempo al interior del gremio la necesidad de terminar con la estrategia de protestar cada cierto tiempo frente a las industrias lácteas o discutir este tema en la prensa, haciendo afirmaciones que previo a la demanda presentada hace unos días ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en contra de las empresas Soprole, Nestlé y Watt’s, objetivamente sólo estábamos en condiciones de sustentar a través de nuestra percepción y nuestra mirada de cómo debería operar el mercado.


Ahora, la situación ha entrado por los canales “institucionales” que corresponde y por lo tanto no vemos razón para pensar que esta acción jurídico-económica sea mal interpretada como una declaración de guerra o que vaya a comprometer el futuro del sector, como se ha pretendido plantear por algunos actores del mercado. Justamente apunta a despejar el principal escollo que frena el desarrollo de nuestra lechería.
Detrás de esta decisión hay años de esfuerzos infructuosos por conocer la manera en que estas compañías determinan el precio de compra de la leche y como eso no ha sido posible, hemos hecho lo que corresponde al existir una diferencia comercial tan relevante: Recurrir a la instancia mandatada por ley para cumplir estas funciones.


Desde nuestra mirada, el trabajo gremial se ha efectuado de manera seria y profesional. Ahora será el TDLC el que deberá pronunciarse y arbitrar las medidas que corresponda, para que el mercado de la compra de leche en Chile introduzca los niveles de competencia que – a nuestro juicio – no ha exhibido en los últimos años, generando un perjuicio significativo para los productores de leche y cuantificado en poco más de 700 millones de dólares de menores ingresos en los últimos 8 años.


Lamentamos, sin embargo, la estrategia confrontacional que ha seguido la empresa Soprole a partir de este nuevo escenario, al poner fin abruptamente al sistema de recaudación de los aportes gremiales de sus proveedores y que venía operando hace quince años. Tampoco contribuye la estrategia de tratar de manipular los argumentos detrás de la demanda, para convencer a algunos productores de que esta acción será negativa para ellos.