En un mercado internacional tan saturado de cientos de propuestas diferentes para la alimentación de la familia, pocos productos pueden presumir de haber conseguido convertirse en imprescindible para diferentes culturas. En el carro de la compra de cualquier centro comercial de cualquier país, de cualquier continente, de cualquier parte del mundo siempre hay un hueco para uno de esos artículos: la leche. En cualquiera de sus versiones o sabores, desde los albores de la tierra, su consumo ha venido asociado a una vida saludable. En uno de los puestos destacados a nivel europeo se encuentra la leche de vaca española, con una producción superior a las siete millones de toneladas anuales, y dentro de la creación nacional, Castilla y León se sitúa en un destacado segundo puesto, por detrás de Galicia, con una cuota de producto superior al 14 por ciento del total.
Desde la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta señalan el «espectacular» ascenso en la cuota de producción de las explotaciones ganaderas. Según las cifras que manejan desde la Consejería, desde el año 2007, cada granja de la Comunidad, de media, ha pasado de generar 313 toneladas a las 415,34 actuales. Estos datos, que suponen una subida del 32,6 por ciento, sitúan al sector bovino lácteo de Castilla y León con una elaboración de leche por explotación un 37,4 por ciento superior a la media nacional, que se sitúa en 302 toneladas por cada explotación.
Unos datos de extracción lechera que Adoración Martín, responsable de vacuno de leche en la Unión de Campesinos de Castilla y León, achaca a la «transformación genética» y la «alimentación» de los animales. «Antes de cada vaca sacabas 4.500 litros cada año, ahora estamos en 10.000 litros de media», reconoce.
Con todo, la producción anual de las reses castellano y leonesas se eleva hasta las 800.000 toneladas anuales. Esta cantidad, sin embargo, supone un 19 por ciento menos que los extraído hace cinco años. Esta progresiva bajada de la producción casa con los datos que señalan una constante «disminución» en el número de explotaciones presentes en la Comunidad. En total, desde 2007, la caída se cifra en un 18,9%, pasando de 2.577 a 2.088 en menos de siete años. Una reducción que ha venido acompañada de la consiguiente merma en el número de cabezas de bovino de leche que, en el mismo periodo, ha experimentando un descenso de 13.000 vacas hasta las 97.000 que actualmente generan leche en las granjas regionales. Esta reducción ha llevado a que las cabezas de bovino lácteo regional supongan cerca del 11 por ciento de las más de 870.000 vacas lecheras de España.
Visionando los datos, la caída de explotaciones ha favorecido la concentración de reses por granja. Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAGRAMA), Castilla y León ha pasado de 37 a 60 vacas por explotación en cinco años, muy lejos de los datos de Galicia, donde el gigante productor nacional ha visto incrementada en apenas tres cabezas de bovino cada una de sus instalaciones.
A nivel regional, los verdes pastos que pintan las provincias del norte autonómico se convierten en los lugares preferidos por los ganaderos para establecer sus granjas. Así, León se sitúa a la cabeza en número de explotaciones y de producción láctea en la Comunidad. En total, las 730 instalaciones lecheras tienen una producción superior a las 200.000 toneladas, lo que supone que de las vacas leonesas se extrae el 26 por ciento del total de litros de Castilla y León. Por detrás, Palencia, con 305 granjas, y Ávila, con 293, completan el podium. En el lado opuesto se encuentran Valladolid, con 113 explotaciones, y Soria, con cinco.
Política de precios
«El sector lácteo tiene dos hándicaps principales: el porcentaje de endeudamiento de las explotaciones, y el otro es el precio de la leche», reconoce Adoración Martín. Una afirmación, esta segunda, que corrobora Gregorio Alcantara, gerente de la Federación Frisona de Castilla y León, que alerta de que «el mero hecho de que te paguen cinco céntimos más por litro implica que puedas cubrir los costes de producción o no». Según los datos que maneja el Magrama, el precio medio por litro que se ha pagado en Castilla y León durante el mes de mayo fue de 0,363 céntimos, frente a los 0,365 de la media nacional. Una media que viene de marcar máximos durante el mes de enero cuando se bonificaba con casi 0,40 céntimos el litro. Así, desde Uccl avisan que «con los 0,36 estamos en la raya para cubrir los costes de producción». A lo que hay que sumar las «grandes inversiones» realizadas durante los primeros años del siglo XXI y que ahora «nos están pisando los talones».
La «problemática» cuota láctea
Sin embargo, el último gran problema al que se enfrentan las explotaciones de bovino de leche reside en el fin de la cuota láctea que vence el próximo 31 de marzo de 2015. «Tenemos muchísima incertidumbre», reconocen desde el sector. Esta cuota disuasoria consiste en una cantidad máxima de toneladas de leche fijada desde Europa para cada estado miembro, y que, en caso de sobrepasar, deberá abonar la correspondiente multa. Castilla y León tiene una «tope» de 591.000 toneladas, de las 6.491.000 que tiene el conjunto de España.
Un pago que finalmente recae sobre el ganadero, y que dentro de los productores ya conocen como la «supertasa», que estipula una multa de 0,27 céntimos por cada litro rebasado. «Europa ha dejado claro que el que se pase, paga», apunta Gregorio, que indica que el problema de los precios de la leche se mezcla con la cuota: «Ante la bajada de precios, muchos han subido la producción para bajar los costes fijos, pero esto aumenta el rebasamiento». Una situación que desde Frisona alertan que está llevando a muchos ganaderos a «pensar» que igual «es mejor pagar la tasa y producir más para poder cubrir los costes». «Más del 50% de ganaderos vamos a sobrepasar la cuota», señalan desde Uccl, lo que elevaría la posible sanción a los productores castellano y leoneses hasta los «65 o 75 millones de euros».
Una situación que ha llevado a muchos a buscar compañeros que no superen su cuota para «alquilarle» un porcentaje, desde 2005 no se permite la venta de la misma, Desde Asaja cifran en 3 céntimos el litro «alquilado», con lo que el coste de «movilizar» todo el producto rebasado sería de «5,3 millones» de euros . En definitiva, el sector lácteo se enfrenta a unos meses «cruciales» que decidirán el futuro de ganaderos y productoras.
