Todos estos inconvenientes hacen mermar la producción de leche remitida a la industria, porque si bien se consumen más reservas, no se pueden pastorear los verdeos.
“Estamos con una remisión un poco por debajo de la registrada el mes anterior y los números están un poco más ajustados”, aseguró a El País José Alpuin, director de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole).
Alpuin, que al igual que el resto de los directores de la cooperativa también es productor, recordó que si bien el tambero está cobrando la producción a buen precio, “tiene problemas de costos elevados muy fuertes que no necesariamente son los tradicionales, como los granos”.
Todo el sector está con costos altos y hoy día los productores “no están tirando manteca al techo”, reflexionó Alpuin.
Por ahora, en el caso de Conaprole la cooperativa está vendida hasta el 31 de julio y el directorio comenzará a planificar el segundo semestre del año, con la expectativa de que los repuntes de precios que se están viendo en el mercado mundial puedan mantenerse en las próximos meses.
Alpuin dijo que “el productor de Conaprole cuenta con un buen respaldo” y estimó que de cara al segundo semestre se analizará mes a mes los negocios, viendo cómo evoluciona el mercado internacional.
Mientras tanto, como la lechería es un negocio pensado a largo plazo, la cooperativa sigue adelante con las inversiones planificadas y en el camino de la innovación.
En cuanto a productos, “la idea es estar un paso delante de lo que están pidiendo los compradores internacionales. Cada litro más que tiene Conaprole va directo a la exportación”, reconoció el director.
En ese sentido, entre las muchas apuestas, se mira hacia el segmento de las leches destinadas a primera edad o fórmulas infantiles, productos que pueden abrir muchas puertas en el mercado internacional y en el local.
