• SABÍAS QUE...
    • De cada 3 litros de leche que se producen en Chile 1 proviene de la Región de Los Ríos
    • El consumo de lácteos en Chile bordea los 150 litros per cápita
    • Río Bueno es la comuna que más leche produce en Chile (15%)

Por sus palabras los conoceréis

  • Opinión
  • 06 abril 2014
  • Edgardo Zwanzger Azócar, Presidente Aproval-Leche AG
img

En algún momento se nos pasaron por la mente al menos dos reflexiones: Como organizaciones gremiales no hemos estado representando debidamente el sentir de nuestras bases o es que nuestra actividad está mayoritariamente compuesta por empresarios ineficientes.

Para sorpresa del señor Covarrubias, ni lo uno ni lo otro y - por el contrario- sus palabras no sólo carecen de fundamento, sino que además reflejan el profundo desconocimiento que existe a nivel ejecutivo sobre lo que ocurre en la relación empresa-proveedores en compañías como Soprole.

Y si todavía existía algún espacio para acercar posiciones y recomponer las confianzas entre productores y esta empresa, ciertamente que el máximo ejecutivo se encargó de desechar tal posibilidad y generar un ambiente de animadversión que no le será fácil revertir.

Nada grato han resultado las desafortunadas palabras del ejecutivo, pero al menos han tenido un valor que debemos reconocer.

Nuestro permanente llamado a la industria láctea (aquella en la que los productores no están integrados) por compartir una mirada de cadena, de reconocer el aporte de sus proveedores y pensar en un desarrollo compartido de la lechería nacional, no tiene espacios en compañías como las que lidera el señor Covarrubias.

La única motivación es la de maximizar las utilidades y teniendo como mirada estratégica de “largo plazo” cada 31 de diciembre para cerrar un balance que satisfaga las expectativas de sus controladores (en este caso la neocelandesa Fonterra).

Aunque esto sea a costa de la rentabilidad de sus productores de leche o del estancamiento de la lechería nacional en su conjunto, favoreciendo la importación de productos lácteos desde su matriz, en vez de incentivar la producción nacional.

A pesar del descontento inicial que generó la reflexión del gerente de Soprole, ha sido fundamental para conocer el terreno que pisamos y servirá para adecuar las expectativas en torno a lo que podemos esperar en una relación que no tiene más ingredientes que el interés comercial.

Es lo que debemos asumir para enfrentar el desafío de seguir en el negocio y analizar el vínculo con los poderes de compra desde una perspectiva estrictamente comercial.

La fidelidad y compromiso como proveedores debe estar única y exclusivamente en relación con la mayor valoración que exista por nuestra leche. Ni más, ni menos.