• SABÍAS QUE...
    • De cada 3 litros de leche que se producen en Chile 1 proviene de la Región de Los Ríos
    • El consumo de lácteos en Chile bordea los 150 litros per cápita
    • Río Bueno es la comuna que más leche produce en Chile (15%)

Socios, pero de verdad

  • Opinión
  • 16 marzo 2014
  • Edgardo Zwanzger Azócar, Presidente Aproval-Leche AG
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Esta dinámica implicará un incremento extraordinario de costos, ya que bajo condiciones normales suben en torno al 15-20% durante el invierno.

Frente a este escenario de contracción en la oferta, las principales empresas lácteas “reaccionaron” con un simbólico ajuste de precios cercano al 5% a partir de enero.

Adicionalmente, la compañía líder del mercado (Soprole) “aportó” en enero con importaciones de más de 2 mil toneladas de queso Gouda desde su matriz en Nueva Zelandia y en febrero habría repetido la gestión con otras mil toneladas. Es decir, el equivalente a unos 30 millones de litros de leche que no se produjeron en Chile.

Nada irregular, asumiendo que en estas importaciones no existe alguna distorsión, tomando en cuenta que son operaciones entre empresas relacionadas y es parte de las reglas del mercado cuando el objetivo es maximizar la rentabilidad de la compañía.

Lo extraño es que mientras esta empresa desarrolla en Chile una estrategia comercial que explica en buena parte el pobre dinamismo sectorial, su controladora (Fonterra) paga en Nueva Zelandia un precio superior en un 40% a sus proveedores de leche.

¿Qué hace que una compañía transnacional implemente políticas comerciales con sus proveedores tan disímiles entre su matriz y una filial?

Llevado a un plano más general, político e incluso diplomático, vale la pena preguntarse por qué un país como Nueva Zelandia, donde la producción lechera equivale en importancia a nuestra producción de cobre, realiza grandes esfuerzos por promover en Chile su desarrollada tecnología y modelos de capacitación vinculados a la lechería, pero al mismo tiempo no dedica los mismos esfuerzos para replicar el exitoso modelo que han generado en la cadena producción-industrialización lechera.

Sería un buen ejercicio que nuestros “socios” pudieran darle una mirada más a fondo al impacto que están generando sus inversiones en el ámbito industrial lácteo en Chile, para darse cuenta que si logramos perfeccionar este vínculo y asociarnos en un proyecto de beneficio mutuo real, los resultados no sólo serán un incremento sostenido de las utilidades que retornan a sus tierras, sino que habrá un beneficio integral de la cadena en Chile, tal como lograron hacerlo en su país.