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Moisés Saravia, gerente general de Manuka: “Hay un gran potencial para el sector lácteo”

  • Nacional
  • 26 febrero 2024
  • Revista del Campo, El Mercurio 
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El ejecutivo reconoce que la reciente reestructuración de sus pasivos por $155 mil millones no es una deuda nueva y que la operación de la empresa está estable. Respecto del precio de la leche, prevé que no debiera haber grandes cambios y que el sector requiere trabajar unido para ganar en competitividad y concretar el potencial. 

Por Patricia Vildósola Errázuriz, Revista del Campo, El Mercurio 

El reciente acuerdo de Manuka —la principal empresa lechera del país— con Rabobank y el BCI para la reestructuración del 100% de sus pasivos financieros con ocho bancos, incluido BancoEstado, en un financiamiento sindicado de largo plazo por $155.000 millones, llamó la atención del sector, remecido por divisiones y por los problemas de algunas empresas lácteas, incluida la salida de algunas del rubro. 

Moisés Saravia, gerente general de Manuka, insiste en que lo importante es que esto es una reestructuración de los pasivos y no una nueva deuda. 

Cuando el ejecutivo asumió en su actual cargo, a inicios de 2021, anunció que esperaban alcanzar una producción de 250 millones de litros a 2025. En 2020 habían alcanzado los 177 millones de litros. Y si bien en 2021 mantuvieron el crecimiento, hoy están estancados en cerca de 180 millones de litros. 

¿Qué los llevó a tener que reestructurar los pasivos? 
“Es sabido que la inflación ha pegado muy fuerte en el sector, al igual que en todos. Ahora, en particular a nosotros, como Manuka, el alza de las tasas de interés nos pegó muy fuerte. Somos una empresa que trabaja con cierto nivel de endeudamiento y el hecho de que las tasas de interés hayan subido tanto, finalmente nos produjo un problema, dado que nuestra estructura de deuda estaba, principalmente, muy cargada hacia el corto plazo. 

Entonces, la reestructuración responde un poco al hecho de que subieron mucho nuestros gastos financieros y teníamos que reestructurar más hacia el largo plazo, para bajar la carga financiera actual. 

Este lo empezamos a trabajar hace poco más de un año con los bancos. Ya trabajábamos con ocho de ellos, pero dado eso, y probablemente por más de 50 créditos distintos, hacía sentido concentrar esto en una estructura unificada. Y para esto fue que nosotros escogimos a Rabobank y BCI para que lideraran el proceso. 

Es importante que no es una deuda nueva, sino que es la misma reestructurada, de una manera que también nos ayuda a enfrentar mejor lo que se viene más adelante y también a enfrentar la situación actual”. 

Fue una acción para evitar llegar a problemas, desde el punto de vista financiero, pero ¿qué ocurre con la productiva? 
“Nuestro modelo es muy estacional. Y, sí, estuvimos bastante apretados de caja durante 2023, por lo mismo que comenté: tasas altas, inflación que irá bajando, pero todavía falta. Esto es parte de todo el proceso. 

También es importante que cuando las tasas empezaron a subir, Manuka venía creciendo constantemente. Entonces, una de las primeras medidas que tomamos fue dejar de crecer. Dijimos ‘preocupémonos de ordenar la casa y luego evaluemos qué seguimos haciendo'. Buscamos nuevas eficiencias internas para que, si esto llega a pasar de nuevo, no nos pegue de la misma manera”. 

Entonces, con la situación financiera reestructurada, ¿retomarán el crecimiento? 
“Lo estamos evaluando. ¿Por qué? Porque podemos seguir creciendo, porque estamos operando bien nuestros campos, estamos haciendo las cosas bien, pero se tienen que dar muchas cosas. Las tasas tienen que volver a bajar, la inflación tiene que bajar. También tenemos que ver qué pasa con el mercado lácteo y qué están pensando los procesadores”. 

Un sector que está complicado en Chile…

“Han pasado hartas cosas en el mercado en los dos últimos meses. Por ejemplo, hay un par de procesadores que pidieron bajar la recepción de leche. Lo que hizo bastante difícil a varios productores y a grupos posicionar su leche. Entonces, tenemos que entender bien cómo va a estar el mercado los siguientes años para en el fondo ver por dónde debe ir el crecimiento. 

Nosotros sí tenemos las ganas de seguir creciendo, pero tenemos que pensar bien cuándo y cómo”. 

Entonces, ¿cuál es su apuesta para 2024 en términos productivos?
“Va a ser bastante parecido a 2023. Vamos a estar produciendo alrededor 180 millones de litros. Estamos revisando todos nuestros costos; tal como muchas empresas en Chile, tuvimos que bajar dotación durante 2023, entre otras varias iniciativas que tenemos”. 

¿Como cuáles? 
“Somos una empresa tan grande que a veces se pierde un poco el control de uso de combustibles, el control de cómo estamos fertilizando. Diría que el punto más importante es que estamos tratando de hacer farming con mucha más precisión. Estamos preocupándonos de las cosas que son más importantes: de la alimentación de las vacas, de cómo estamos pastoreando, de mantener buenos niveles de preñez. Básicamente, en el core  del negocio estamos intentando ser mucho más precisos en cómo lo estamos haciendo”. 

¿Cómo se hace con sostenibilidad, es decir, cómo se consigue disminuir el impacto en el ambiente y seguir creciendo productivamente? 
“Lo que hicimos durante 2023 fue definir una estrategia de sostenibilidad, a la que pusimos cinco pilares: preocuparnos de nuestro equipo, de las personas que trabajan con nosotros; preocuparnos de nuestras comunidades. Somos, creo, la principal empresa en Puerto Octay y nos preocupamos mucho de mantener relaciones con nuestros vecinos; un tercer pilar son nuestro animales. Certificamos toda nuestra operación en cuanto a bienestar animal; a nivel de medioambiente, el cuarto pilar, estamos haciendo bastantes fiscalizaciones internas, revisando que estemos cumpliendo con todas las normativas. Además, tenemos actividades como, por ejemplo, testeos de los cursos de aguas a los que podríamos afectar, como ríos alrededor de la hacienda, y una laguna. Trabajamos muy fuerte en temas de reciclaje…, hace poco cerramos un acuerdo con Virutex, en que todos los plásticos de bolos se reciclan y se van transformar en bolsas de basura recicladas; finalmente, y dependiendo de a quién le preguntes, el quinto pilar que puede ser o no el más importante, es que tenemos que ser rentables. Sin eso, ninguna de las otras cosas se pueden hacer”. 

En el sur, producto del cambio climático, ha variado el régimen y el volumen de lluvias, lo que ha obligado a un creciente uso de riego en praderas. ¿Ven la incorporación de riego como una necesidad?
“Nosotros casi no tenemos riego. Implementamos un campo con riego hace un par de años como una prueba. Pero, el primer paso es eficientar lo que tenemos. 

Respecto de la lluvia, lo que hemos visto es que en las últimas dos temporadas efectivamente las primaveras han sido distintas, pero también el otoño, que ha sido mucho mejor, y hemos crecido más en esa época que lo que lo hacíamos antes. No sé si es una tendencia, pero básicamente diría que estamos creciendo lo mismo que en la suma de primavera-otoño respecto de lo que antes lo hacíamos solo en primavera. 

Ha sido así las últimas dos temporadas, aunque no sabemos si esto seguirá así”. 

Evolución del mercado

¿Qué proyección le ven al mercado? En Chile, en 2023 la leche estuvo con buenos precios.
“Efectivamente, 2023 y la segunda mitad de 2022 hubo buenos precios de leche a productor. Pero hubo pros y contras, porque hay procesadores que exportan parte de sus productos. Por ejemplo, una compañía internacional produce mucha leche en polvo y estaba siendo muy caro para ellos comprar la leche en Chile, por el precio productor. Entonces a ellos probablemente les conviene más comprarla en otros mercados y distribuirla en los países a los que venden. 

Entonces, claro, el precio muy alto a productor significa que un par de procesadores bajaron la recepción”. 

¿Cómo iría evolucionando esa situación? ¿Podría verse una baja en el precio de la leche?
“Tenemos que ver, porque básicamente toda la leche que quedó sin entrega a los procesadores la tomó Soprole; entonces tenemos que ver bien qué va a hacer Soprole, qué va hacer Nestlé, qué van a hace el resto de los procesadores en los próximos meses. Pero, por eso mismo, no creo que vayamos a ver cambios significativos en el precio de la leche. No veo razón por la que el precio debiese bajar. Tampoco veo razón por la que debiese subir”. 

Sin embargo, en 2023 el precio de la leche en Chile fue mayor que el que se pagó a nivel internacional. ¿Este año evolucionará distinto el mercado internacional?

“Creo que es un buen ejemplo lo que está pasando en Nueva Zelanda: en todas las últimas subastas de leche, el precio era al alza. Después han llegado a mínimos bastante bajos el año pasado y estamos viendo que se está regulando. También si uno lee los reportes, se ve que Nueva Zelanda no tiene mucho espacio para seguir creciendo, Europa tampoco, entonces hay un consenso de que el crecimiento de productos lácteos probablemente venga de China y Estados Unidos. 

Creo que el precio está con una tendencia a la estabilidad. No creo que haya alguna razón en el mercado para que el precio de la leche baje. Especialmente considerando que en 2022 la producción de leche en el país bajó un 2%, y en 2023 cayó casi 3%. Entonces, seguimos en esta tendencia de que la producción de leche en el país baja”. 

Mirada sectorial

 Hay bastante división en el sector lácteo, a nivel de productores, y no solo con respecto a la industria...

“No sé si hay división. Pero vámonos por el lado positivo. Soy director del Consorcio Lechero, en el que hay una muy buena representatividad de toda la industria. Están los procesadores, está la academia y también los gremios lecheros.

Entonces, el Consorcio Lechero tiene esta virtud de que tiene a todos sentados en la mesa. La idea es mirar de manera conjunta hacia dónde va el sector y trabajar desde ahí. Y esta planificación la tiene que liderar el Consorcio Lechero, porque están todos sentados ahí. Esta planificación involucra hartos puntos. Tenemos que estimar cuál es la demanda futura de productos lácteos”. 

¿Dar más fuerza a la exportación? 
“Se habla mucho de que Chile debiese volver a exportar. Y es una buena idea, pero antes que eso tenemos que ver si somos competitivos en producción primaria y en el proceso de productos lácteos. Porque si vamos a entrar a competir en el mercado internacional, es la pregunta mínima que tenemos que contestar. 

Y eso es parte de lo que tenemos que empezar a hacer como Consorcio y también como sector lácteo completo”. 

¿Y cómo ve la competitividad actual de Chile? 
“No lo sé. Porque si uno se pone a leer las noticias, se podría decir a este precio Chile no es competitivo, porque siempre se pide más precio. Sin embargo, cuando uno se pone a hablar con productores, algunos dicen ‘este ha sido el mejor año de mi vida'. Entonces hay productores a los que les va muy bien, algunos más o menos, y a otros mal. 

Tenemos que acortar esta brecha y ese es un trabajo que hay que hacer en conjunto. Es un trabajo al que probablemente tienen que dedicarse los gremios, con sus socios”. 

¿Qué explica que un segmento importante de productores, a pesar de los buenos precios, no consigan buenos resultados?
“Creo que dos cosas. Una, no sé si lo harán bien o mal, pero un tema es la eficiencia de los campos, y el otro tema es el nivel de deuda que tienen. Probablemente, hay productores que no tienen o están a un nivel muy bajo de endeudamiento; pero los que sí tienen, las tasas pueden haberle pegado muy fuerte; entonces, no les va a ir tan bien”. 

¿Cuál es el potencial del sector lácteo chileno y cómo se fortalece?
“Creo que tenemos una buena oportunidad de trabajar con el Consorcio liderando, al menos, en una planificación y ver qué medidas tenemos que tomar, porque son muchas. Y respecto a las eventuales divisiones, es importante que se dejen de lado. Hay que trabajar en conjunto, dejar de pelear unos con otros. No soy experto en eso, pero creo que hay un gran potencial para el sector lácteo en Chile. Y en particular para el sur de Chile, que tiene muy buenas tierras y muy buenas praderas. 

La única manera de conseguir ese desarrollo es a través de un trabajo unido y sin divisiones. Al mismo tiempo, tenemos que incluir nuevas generaciones; gente joven que pueda empujar esto”. 

Menciona que el sector lácteo tiene un gran potencial, especialmente en el sur. Pero en esa zona hay una creciente competencia por el suelo agrícola, con la fruticultura, por un lado, y por la urbanización, por otro. ¿Cómo impactará esto?
“Veo que la fruticultura avanza, pero también veo que hay mucha tierra disponible, que si es bien utilizada, puede generar un buen impacto en la zona”.