Paulina Carrasco: La líder que innova en la sustentabilidad del sector lácteo

Por Paloma Díaz Abásolo, Revista del Campo

Al ser la primera integrante del directorio del Consorcio Lechero y la primera presidenta de Aproval, el gremio que reúne a los productores de la Región de Los Ríos, Paulina Carrasco es reconocida en la zona sur por impulsar la innovación, el bienestar animal y un marcado foco en el área social y ambiental de la sustentabilidad. Recientemente, además, fue reconocida por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) como Líder de la Ruralidad para las Américas.

Toda la vida supe que aquí estaba mi tierra”, dice con entusiasmo Paulina Carrasco Gorman, a través de una videollamada desde su campo, ubicado a orillas del río Bueno, en la Región de Los Ríos, para explicar cómo llegó a hacerse cargo de la lechería familiar que comenzó su abuela, continuó su padre y que ella dirige desde hace más de diez años.

Nació y creció en ese lugar de La Unión, a tres kilómetros de la ciudad, pero a los 14 años se fue a Santiago para terminar el colegio y estudiar Agronomía en la Universidad de Chile, con la idea de volver al sur.

“Estudié Agronomía porque era mi pasaje de vuelta al campo, pero estuve casi 15 años en Santiago. Armé una empresa de certificación de carnes, me casé, tuve hijos y cuando volví fue principalmente debido a la salud de mi papá. Fue un cambio radical en ese momento”, recuerda. 

Su vuelta estuvo marcada por las nuevas ideas, ganas de hacer cambios e incorporar sus intereses al manejo de la lechería, pero se encontró con dificultades para hacer la transición generacional. Por eso, asegura que la primera decisión –que ve como un paso exitoso– fue tomar un curso de empresas familiares.

“Uno puede hacer todos los cursos y estudios, pero en la práctica siempre te enfrentas con situaciones complejas y tener una mirada distinta requiere de paciencia y perseverancia”, dice Paulina Carrasco.

Hoy lidera un equipo de nueve personas en la empresa Agrícola Cocule, donde maneja a unas 360 vacas en ordeña, cuya producción entrega a la cooperativa Colun. Ha incorporado prácticas de bienestar animal, riego tecnificado y mejoras en la genética, lo que la ha llevado a ser reconocida como una de las productoras líderes de la zona sur.

Esa mirada también la llevó a convertirse en la primera mujer que formó parte del Consorcio Lechero, en 2016, y luego a ser la primera presidenta de la Asociación Gremial de Productores de Leche de la Región de Los Ríos (Aproval) en 2020.

Recientemente, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) la reconoció como Líder de la Ruralidad de las Américas, con el premio  Alma de la ruralidad, junto con la apicultora de Ñuble Bernarda Salazar, por su aporte en hacer una diferencia desde el campo para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.

“Son personas que cumplen un doble papel irreemplazable: ser garante de la seguridad alimentaria nutricional y, al mismo tiempo, custodia de la biodiversidad del planeta, a través de la producción en cualquier circunstancia”, dice Manuel Otero, director general del IICA.

Foco en las personas
Desde su llegada a la lechería, Paulina Carrasco comenzó a incorporar mujeres al equipo de trabajo en diferentes funciones, lo que también implicó un cambio en la manera de relacionarse que –dice– perdura hasta hoy, al promover el respeto y eliminar el uso de garabatos.

“Hoy puede parecer normal, pero en su momento hizo una gran diferencia e involucra la relación entre pares, hacia la jefatura y con los colaboradores, donde se cuida mucho la forma de decir las cosas”, explica.

Sus cercanos también resaltan que, en el campo y en otras organizaciones donde participa –ya que tiene un activo rol en la comunidad de La Unión, al formar parte de organizaciones culturales y deportivas– logra dar su sello a las relaciones.

“He trabajado con ella desde 2015 y, cuando uno la conoce, rápidamente se da cuenta de la importancia que le da al trabajo con las personas. Es difícil enumerar todas las cosas que hace, pero es tremendamente activa en su relación con la comunidad”, asegura Octavio Oltra, gerente del Consorcio Lechero.

También destaca la apertura del campo que ha incentivado con los habitantes de La Unión, ya que promueve que las personas vayan a caminar, bañarse y hacer actividades recreativas en el lugar.

“Nuestros vecinos, la ciudad, no son nuestros enemigos. Aprendí a nadar en ese río; entonces, cómo no me va a alegrar que vengan niños a disfrutar del agua… Es verdad que hay dificultades con el cuidado y la basura, pero cada vez es menos y la comunidad ha empezado a sentir que este lugar se cuida entre todos”, asegura Paulina Carrasco.

Con los trabajadores de la lechería, además de organizar asados, juegos y celebraciones para fechas especiales, promueve los deportes que le gustan, como correr, y participan en corridas locales como empresa.

“El deporte me hizo muy bien en una etapa de mi vida y creo que le puede servir a muchas personas. Hay oportunidades que a veces no vemos y tenemos que empujarlas, para dar un sentido de pertenencia a las personas, donde cada lechería debe saber leer a su grupo humano”, dice.

Como ejemplo, comenta con alegría que hace algunos días fueron parte de una corrida rural en equipo, en la que usaron petos de la lechería, y se sumó hasta el mayor de los trabajadores, de 56 años, quien nunca había participado en algo así.

“Creo que una de las principales características de Paulina es que es una innovadora temprana, que tiene la capacidad de identificar rápidamente qué cosas son positivas y, con decisión, las desarrolla, y lo hace de la mano con la arista social de la sustentabilidad, poniendo en valor cómo las personas son importantes para hacer un negocio agropecuario sostenible en el futuro”, resalta Octavio Oltra, ya que trabajó en conjunto con la productora para elaborar el primer Estándar de Sustentabilidad para predios lecheros (ver recuadro).

Poder femenino
Como parte de una familia de cuatro hermanas, Paulina Carrasco dice que nunca notó discriminaciones por ser mujer ni diferencias por parte de su padre, Eugenio Carrasco Giovannini, en el área laboral.

Por eso, también ve con naturalidad que hace once años se haya formado el Grupo de Transferencia Tecnológica (GTT) Mujeres en Acción, compuesto por 17 integrantes que producen leche para la cooperativa Colun, para avanzar en la incorporación de nuevas tecnologías, y al cual considera clave en su posterior salto a la actividad gremial.

“Hemos vivido un crecimiento increíble, porque no solo nos hemos acompañado en los procesos productivos y ellas son parte importante de que hoy esté dando esta entrevista. Nos atrevimos a hacer cosas juntas, a viajar y mostrar lo que hacemos, y eso influyó en que yo tomara otras responsabilidades”, asegura Paulina Carrasco, quien también ha sido presidenta de la Asamblea de Delegados de La Unión, representando a los productores miembros de la cooperativa Colun ante la empresa.

Allí, destaca que algunos aspectos positivos de unirse entre mujeres han sido los horarios y la posibilidad de elegir las temáticas que más les interesan, donde explica entre risas que las maquinarias han tenido un rol menos relevante que lo habitual. 

“Paulina es una productora líder y se ha empoderado como mujer en la parte agrícola. Es y va a seguir siendo un gran aporte para que más mujeres se vayan incorporando al sector, porque hoy es un referente para todos”, afirma Francisco Montero, vicepresidente de la Fundación GTT.

Debido al trabajo que venían desarrollando en el GTT, Paulina Carrasco dice que recibió con entusiasmo la invitación a ser parte del directorio del Consorcio Lechero, en 2016, siendo la primera mujer en el cargo.

“Me hizo mucho sentido ese espacio de colaboración. Es fundamental entender que no estamos solos como productores y necesitamos estar unidos para enfrentar los desafíos, y creo que en eso somos muy fuertes dentro del sector lechero”, afirma.

También resalta que es clave considerar a la industria y comunicarse con las empresas e instituciones del Estado, para apoyar que el desarrollo de las políticas públicas incluya la mirada del sector productivo.

“Paulina es una mujer súper inquieta, que se propone desafíos y es capaz de enfrentarlos y asumir un rol muy importante. Para nosotros es un súper orgullo que sea la presidenta de Aproval y que se atreva, porque tiene todas las capacidades para hacerlo”, destaca Angélica Álvarez, productora de La Unión y miembro del GTT Mujeres en Acción.

Desafíos pendientes
En agosto, Paulina Carrasco fue reelecta como presidenta de Aproval y seguirá en ese cargo hasta fin de año y reconoce que tiene desafíos pendientes, donde uno de los más relevantes es incentivar la participación e integrar nuevos socios, especialmente a los más jóvenes.

“Vamos a seguir trabajando en la comunicación interna del gremio, porque necesitamos que los socios nos llenen más de preguntas y así poder detectar dónde están las brechas y poder ayudarnos”, dice.

En el área productiva, pese a que ha conseguido aumentar el rendimiento de su plantel desde 1,8 a 2,5 millones de litros al año en la última década; ha incorporado genética que facilita el manejo de las vacas bajo el modelo de pastoreo, sin perder resultados en parámetros como el nivel de proteína y grasa de la leche; y es conocida como una de las primeras productoras que incorporó riego tecnificado a las praderas –aclara que lo inició su padre, en los años noventa, cuando partía la Ley de fomento al riego–, aún tiene retos por abordar.

“Quiero moverme desde las fertilizaciones hacia un modelo más natural, integrando materia orgánica a los suelos, avanzando hacia un modelo más regenerativo”, proyecta.

Al analizar las fortalezas del rubro, dice que una de las más atractivas es la resiliencia de los productores, y cree que se debe aprender de eso.

“Tenemos una enorme capacidad para adaptarnos y buscar soluciones, porque siempre hay desafíos. Es impresionante cómo cada unidad productiva busca la manera de ahorrar y cuidar sus recursos, y la comunicación de esos resultados es importante”, plantea Paulina Carrasco.