• SABÍAS QUE...
    • De cada 3 litros de leche que se producen en Chile 1 proviene de la Región de Los Ríos
    • El consumo de lácteos en Chile bordea los 150 litros per cápita
    • Río Bueno es la comuna que más leche produce en Chile (15%)

Una certeza: Futuro incierto

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Por Paulina Carrasco Gorman, Presidenta Aproval Leche A.G.

Si hay algo que debiéramos tener absolutamente internalizado en la producción de leche, es la alta volatilidad que caracteriza a nuestro mercado, al menos desde fines de los ochenta e inicios de los noventa, cuando se impuso el fenómeno de la globalización y la creciente apertura de la mayor parte de las economías del mundo. Proceso que Chile incluso había iniciado unilateralmente a mediados de los setenta.

No obstante, debemos reconocer que, insertos en una economía globalizada, prácticamente todas las actividades económicas experimentan la incertidumbre de periodos buenos y de los otros; por lo tanto, también debiésemos tener claro que el mercado no sólo nos atormenta a nosotros, sino que es inherente a la vida de cualquier empresa la posibilidad de enfrentar ciclos positivos y negativos.

Por esta razón es que incluso en periodos de “vacas gordas” hemos instado a nuestros asociados a la calma, a no relajarnos y a no descuidar la gestión de nuestro negocio, dado que la famosa volatilidad  es impredecible y es prácticamente imposible saber por cuánto tiempo se extenderán estos ciclos.

De ahí la importancia de focalizarnos en aquellos aspectos del negocio que dependen más de nuestras decisiones - aunque no de manera exclusiva - y no de aquellos en los cuales ejercemos escasa o nula influencia.

Luego de una temporada 2020 muy favorable para nuestro sector, con un nivel de costos en general razonable y un precio de la leche en alza producto de la estrategia de un actor relevante del mercado para recuperar el 30% de la materia prima perdida producto de fracasadas estrategias comerciales, el inicio de la campaña 2021 vino a mostrar las primeras señales de preocupación, fundamentalmente en términos del explosivo incremento del costo de insumos relevantes para nuestra actividad, como son los asociados a la alimentación (materias primas y fertilizantes). 

Esta situación particular de nuestra actividad, sumada a la inflación general del país, ha hecho que el incremento nominal en los precios de la leche pagados a los productores en los últimos meses se haya diluido al corregir ese precio por inflación.

En paralelo, las procesadoras han ido ajustando al alza sus precios de compra de leche, pero en muchos casos estas señales no serán suficientes para compensar la presión de los costos.

El nuevo contexto bélico mundial vino a sumar más incertidumbre respecto del futuro, por lo que no queda más que reiterar nuestra invitación a seguir ocupándose de la sumatoria de detalles internos que pueden marcar la diferencia entre salir del negocio o seguir en él.