Paulina Carrasco Gorman, Presidenta Aproval Leche A.G.
Concluido el proceso electoral de segunda vuelta, que transformó a Gabriel Boric Font en el próximo Presidente de la República, se nos ha consultado en reiteradas oportunidades sobre cuál es nuestra mirada en torno a la figura del nuevo mandatario y cómo proyectamos la relación que podría tener con nuestro sector.
Lo primero que es necesario precisar, es que como organización gremial tenemos la responsabilidad de vincularnos con la autoridad de turno, cualquiera sea su orientación política y ésta no será la excepción; por lo tanto, seguiremos estando disponibles para colaborar en todo lo que signifique mejorar las condiciones de desarrollo del mundo rural, en general, y de la agricultura y la producción de leche, en particular.
En este sentido, y considerando la sensibilidad política del presidente electo, creemos que debiera tener un reconocimiento y una aproximación especial con relación a la leche, dado el aporte histórico que este alimento ha tenido a las transformaciones sociales y culturales de nuestro país, especialmente cuando los temas de la desnutrición y la malnutrición se han instalado con fuerza.
Más allá de los aspectos estructurales de carácter nacional en materia económica, donde esperamos una gestión y cambios racionales a fin de generar condiciones de estabilidad y confianza entre los actores y agentes del mercado, sectorialmente hemos visto con buenos ojos algunas señales en torno al reconocimiento del mundo rural como factor de desarrollo, particularmente en regiones como la nuestra, donde existe una gran cantidad de personas viviendo y desarrollando actividades productivas en el campo.
En específico, creemos que hay un tremendo desafío para avanzar en el trabajo con los pequeños y medianos agricultores, para ver cómo generamos condiciones para que vayan avanzando en términos de competitividad y sustentabilidad.
También esperamos un rol más proactivo en materia de gestión del agua, un fortalecimiento del aporte público para la tecnificación del riego, con el objetivo de hacer un uso cada vez más racional del recurso (a través de la renovación de la ley 18.450) y una mayor eficiencia en la gestión de los servicios públicos responsables de estas materias.
Por último, esperamos que la nueva administración mantenga y refuerce los mecanismos para fomentar la asociatividad de los agricultores, especialmente en aquellos casos donde hay proyectos serios (nuevos y existentes) que agregan valor a la producción primaria por parte de los agricultores y por lo tanto les entrega condiciones de desarrollo colectivo para insertarse de buena manera en un mercado.