Por Paulina Carrasco Gorman Presidenta Aproval Leche A.G.
Los últimos acontecimientos vinculados a la inseguridad rural en nuestra región, específicamente concentrados en la comuna de Máfil, nos han dejado varias lecciones y una de ellas tiene que ver con la importancia de enfrentar unidos estos fenómenos.
Además de las gestiones jurídicas, policiales y políticas que hemos debido ejercer en favor de los agricultores afectados, ha sido fundamental el apoyo y acompañamiento que han brindado cientos de colegas que se han sensibilizado y han actuado solidariamente para empatizar en terreno con las víctimas de estos delitos (usurpaciones, amenazas, secuestros y otros).
Esto ha sido posible gracias a la organización que hemos alcanzado durante los últimos seis años los gremios agrícolas de las regiones de Los Ríos y Los Lagos (Saval, Aproleche-Osorno, Sago, Agrollanquihue y Aproval) en torno a la estructura de la Multigremial del Sur.
Ha sido gracias a esta coordinación que hemos podido enfrentar razonablemente los diversos episodios de violencia rural que se han venido sucediendo en ambas regiones durante estos últimos años.
Sin embargo, como suele ocurrir en todos los ámbitos de la sociedad civil, pero muy especialmente en el entorno agrícola, somos una minoría los que participamos, financiamos y hacemos posible que este tipo de estructuras pueda funcionar.
Razones para que esto suceda hay muchas y seguramente algunas tienen que ver con la deficiencia de nuestra propia gestión al no transmitir adecuadamente la importancia estratégica de que estas organizaciones gremiales cuenten con una base de representatividad más amplia.
Hay temas culturales e históricos que también han atentado en contra de la organización de los agricultores y de tanto en tanto también surgen iniciativas de diversos actores -incluso cercanos a los propios agricultores- que afectan o coartan el fortalecimiento de este esfuerzo de colaboración mutua.
Afortunadamente, hoy la base de apoyo de nuestras instituciones es lo suficientemente sólida para enfrentar estas adversidades de manera muy cohesionada y con la convicción de defender principios fundamentales como el derecho a desarrollar nuestras actividades productivas de manera libre y bajo un ambiente de seguridad para todos quienes hacemos posible una de las actividades productivas más relevantes de nuestra región.
Por ello queremos reiterar nuestra invitación a quienes se han mantenido al margen de la participación gremial para que se incorporen a esta noble tarea de enfrentar unidos el desafío de defender el derecho a trabajar y aportar al desarrollo del país y nuestra gente en un ambiente de paz.
